Ramón Ayala
Nos dimos el lujo de entrevistar a Ramón Ayala, “La leyenda viva del Litoral».
Ayala, vuelve a la escena porteña para interpretar El cosechero, El mensú y Posadeña linda. La presentación será el viernes 15 de abril a las 21 horas en el ND Teatro (CABA).
Con el estreno en 2013 de “Ramón Ayala, la película” que Marcos López realizó sobre la vida del artista y que se presentó a sala llena en el ND Teatro de su CD “Cosechero” (Los Años Luz Discos), ganador del Premio Gardel 2014, la obra de Ayala, comenzó a tener su merecido reconocimiento.
Dice Ramón: “Este regreso es un encuentro en la amistad y en nuestra identidad. Porque nada más bello que tener una identidad propia, tener resonancias de la tierra, de sus orígenes y sus canciones populares, eso que nos hace ser únicos en el mundo. Estuve en Tanzania, Kenia, Chipre, España, entre otros, pero jamás he encontrado un país como Argentina, con una cantidad de ritmos y de músicas increíbles, que son nuestras. He invitado a los talentosos hermanos Núñez: Marcos en guitarra y Juan “Pico” en bandoneón para hacer un trío. Soy un tipo que viene sobreviviendo, por eso compuse un poema que dice ‘Soy el hombre que viene del tiempo, de años vividos y de aspecto joven. Siempre estoy bien porque nunca atenté contra mi propia humanidad”.
Compositor, autor e intérprete, Ramón Cidade –tal su verdadero nombre- se fogueó en un tiempo en el que la concentración de talentos en eso que hoy llamamos cantautor aún no había cristalizado del todo. Es pintor –artista plástico– entre el paisajismo vernáculo y el cubismo. Es inventor de ritmos –se atribuye el gualambao, un metro de 12 x 8– y guitarrista intuitivo, con guitarrones que parecen fabricados a su medida. Es maestro del rasguido doble y la galopa –a esta especie pertenecen los éxitos “El Mensú”, “El cachapecero” y “El Jangadero”-, así como un narrador de historias que ondean entre el énfasis megalómano y la discreción etnográfica.
Aunque el ámbito de sus canciones fue siempre el Chaco y supo aprender los secretos del chamamé al lado de Damasio Esquivel, Ayala nació en Misiones. A lo largo de los años 50, formó parte del trío Sanchez, Monjes, Ayala, con el que recorrió una amplia variedad de canciones, de las guaraníes a las más porteñas.
Digamos que “El cosechero”, de 1963, es la metonimia de Ayala: todo su ser está ahí. Están su barroco cuasi tropical, su instinto pictórico, su nervio rítmico, su talento para la melodía. Están el paisaje encarnado, y el hombre vuelto paisaje. Están la libertad del que canta y la condena del que trabaja: “Rumbo a la cosecha, cosechero yo seré…”. Por Sergio Pujol. Fragmento de Canciones argentinas 1910-2010, Emecé, Buenos Aires, 2010.
En 2015, Cultura Argentina editó su libro «Las trincheras ardientes del Paraguay (Canto popular sobre la Guerra Grande)”, en el que Ayala relata en décimas la historia de la Guerra de la Triple Alianza… “Uno de los acontecimientos más oscuros y menos revisitados de la historia latinoamericana. Doble evocación, memoria indómita que se expande aquí y allá, como los vientos que pueblan este libro. Porque es María Morel, la madre del autor, quien es evocada, para que a su vez sea ella quien rememore los ecos de las metrallas, los estallidos de la pólvora, los sueños rotos de una nación agredida por sus propios hermanos. Pero Las trincheras ardientes del Paraguay no solo constituye un crudo manifiesto contra la violencia, la muerte, el exilio, la colonización y el despojo al que fue sometido un país con visos de autonomía política e independencia económica como el Paraguay de mediados de siglo XIX, sino también una reivindicación de la memoria oral y un testimonio profundo sobre el amor, la solidaridad y la unión fraternal entre los pueblos. A ciento cincuenta años del comienzo de aquel ignominioso genocidio americano, la poesía se atrinchera y, con sus propias armas, combate contra el olvido y la desmemoria” (extracto tomado de la contratapa del libro).
Conducción: Milagros Aguirre Durá – Brenda Bocchigliere
Producción: Diego Tomasi
Operación: Carlos Santoro