Julio Leiva
El 12 de marzo vuelve a tocar en vivo el Indio Solari. El show será en el Hipódromo de Tandil, y en estos días supimos que una directora local, Fiorella Casale, quiere armar un documental sobre el concierto con videos que envíen los fans.
Pero ya existe un documental sobre el Indio en esa ciudad. Se llama “Piedra que late”, dirigido por Julio Leiva, que tiene la particularidad de haber sido realizado y distribuido de manera totalmente independiente. En YouTube ya tuvo más de 450 mil reproducciones. Por eso, entrevistamos a Julio Leiva para que nos cuente más sobre “Piedra que late”.
La pasión por el «Indio» se hace imagen en «Piedra que late», muestra los rasgos más salientes del inexplicable fenómeno que el Indio Solari genera en los conciertos que ofrece en el país.
La película refleja la pasión que desata en la gente y la transformación que genera en la ciudad donde toca, a partir del registro de potentes testimonios e imágenes del último show que ofreció en Tandil el 3 de diciembre del 2011.
El peregrinaje – caravanas de vehículos, mates, banderas y almuerzos improvisados a la vera de la ruta- de los fanáticos que viajan desde distintos puntos del país para ver al ex cantante de Patricio Rey y los Redonditos de Ricota, los campings y los sentimientos que despiertan su música y su poesía, forman parte de «Piedra que late» y son los condimentos que hacen al folclore ricotero.
«El recital es el punto final de una experiencia que engloba para muchos unas minivacaciones, para otros un reencuentro entre amigos, para los vendedores un dinero extra, para la ciudad un ingreso económico muy fuerte -con el Indio en Tandil facturan más que en Semana Santa-«, dice el director Julio Leiva.
En cuatro días y con una sola cámara -a cargo de Andrés Gericke- para registrar el ritual, el periodista y productor radial de los ciclos «Tenemos malas noticias» y «Cheque en blanco,» decidió embarcarse en esta aventura cinematográfica junto a Carlos Sanfelippo y Alfredo Avalos en producción, Guido Valeri como productor asociado, y Maximiliano Díaz en la edición.
A las 20 horas de grabación -que desembocaron en una hora de película- se sumaron las voces y reflexiones de los periodistas Lalo Mir y Mario Pergolini, y la mirada de los fans más conocidos Gonzalo Bonadeo y Camilo Blajaquis, joven a quien la poesía de Solari lo rescató mientras estuvo preso y lo inspiró a abocarse a la escritura.
Antes de salir a filmar, Leiva y sus compañeros ya sabían que la película iba a tener dos ejes centrales basados «en lo que veíamos cuando íbamos a sus recitales»: la mirada local que tiene que ver con cómo se prepara la ciudad para ver al Indio, y la visitante, ligada a todo lo que provoca en los seguidores y el traslado de la gente desde distintos puntos del país.
«Encontramos una variedad de opiniones, hay muchos puntos de coincidencias en los testimonios que tienen que ver con la potencia de su música, de sus letras que calan muy hondo en la gente -continuó Leiva-. Cada uno le pone el agregado que quiere, pero el fenómeno del Indio tiene rasgos distintivos teniendo en cuenta que no tiene publicidad, que todo lo hace en forma independiente».
El documental fue estrenado después de que el Indio diera su aprobación: «Le mandamos un trailer primero y nos dijo a través de su manager que quería verlo completo, a la tres semanas nos contestó que lo podíamos difundir».
«Necesitábamos la autorización de su música y nos parecía mejor que él eligiera el medio por donde difundir la película, él decidió que se viera por Internet», agregó el director del filme que llevó un año y medio de trabajo.
Conducción: Milagros Aguirre Durá – Brenda Bocchigliere
Producción: Diego Tomasi
Operación: Carlos Santoro